Serie de Ramadan 2011, Volumen 4
Mawlana Sheij Hisham Kabbani
2 de agosto de 2011, Zawiya de Fenton, Michigan
Estábamos hablando acerca de la relación entre Grandsheij y Mawlana Sheij Nazim, cómo interactúan y cómo vivían de forma muy sencilla. No creo que ninguno de nosotros pueda llevar una vida tan sencilla. Esto no quiere decir que no lo intentéis, pero éste (un murid) y su mujer no pueden ni intentarlo, ya que creen que la gente blanca los utilizó como esclavos (y se sentirían avergonzados de vivir de forma tan simple). Dejad que os haga una pregunta: si Allah no lo hubiera querido, ¿hubiera ocurrido?Aunque el mundo entero se una para esclavizar a una sola persona, no podrán sin la voluntad de Allah. En todo hay sabiduría. Allah quiso plantar a África en América, para enseñar la solidaridad, entonces ¿para qué llevar la contraria?
Lillah fi jalqihi shu`un, “Allah (swt) tiene Sus propios caminos con Sus sirvientes”. Los sirvientes son como un pez en el océano, que tiembla, y cuando tiemblan por la Orden de Allah, quiere decir que no están aceptando, así que se les lanza en una lata de sardinas, donde podéis ver de plateados, negros, blancos, de todas las clases. El pescado empieza a oler mal, así que le ponen sal. ¿Os han puesto sal a vosotros o no? Si os han puesto sal, se lleva todo el veneno.
Si vais a casa (de un murid) y os atiende muy bien, algunos dirán, “Masha-Allah, aquél es un wali”. Así es como piensa la gente. ¿Queréis wilayah de la gente, diciendo que sois un wali, o queréis wilayah de Allah (swt)?
Sayyidina Imam al-Ghazali (r), cuyos libros lee todo el mundo hoy día, y que incluso se venden en lugares donde no se acepta el tasawwuf, cuenta su historia. Él dijo, “Al principio de mi asunto, yo dudaba por completo de todo: de Allah, del Profeta (s), de la Shari'ah, del tasawwuf; hasta que un día acepté un sheij”.
En el momento en que aceptáis a un sheij, ellos os ponen en el sendero correcto, Sirat al-Mustaqim, y sin sheij estáis perdiendo vuestro tiempo. Tal como dijimos ayer, laa budda min murshidin hissi, el sheij tiene que estar físicamente con vosotros. “Hissi” quiere decir, no sólo que lo podáis ver, sino que él os vea a vosotros, os mire, que le toquéis; también se refiere a yatahasa (como en el hadiz): inna lillah malaa'ikati yatahasasun “En verdad, Allah tiene ángeles que ven (a cada uno)”. (Del mismo modo), el sheij puede percibir a sus seguidores, para llevarlos de vuelta al Sirat al-Mustaqim. Es por ello que necesitáis un wali que haya sido investido con dos vestimentas: una apariencia física, y la capacidad física de sentir todo lo que vosotros sentís.
Esto es lo que se nos enseñó en tiempos de Grandsheij; el enseñó muchísimos y profundos temas. Y ahora, las enseñanzas de Mawlana Sheij Nazim, quiera Allah concederle una larga vida, están predominantemente mezcladas con advertencias acerca de la democracia y el ego, pero Grandsheij nos enseñó como estar en presencia de ellos. En su presencia, ¿podéis mirar a los ojos del sheij? Yastariquna an-nazhar, sólo mirar de reojo, escuchar, tomar notas, después vais a casa y estudiáis lo que él ha dicho. ¿Ha estudiado alguien de aquí? Hoy en día, ¡en el momento que se ha escrito, se ha olvidado!
Imam al-Ghazali (r) dice que el Sheij es aquel que te lleva de vuelta a través de sus percepciones: él te percibe, e incluso puede verte. Aunque él esté en el este y tú estés en el oeste, aún así puede verte, y escuchar tus movimientos. Imam Ghazali dijo, ¿vosotros oís a una oruga moviéndose sobre una superficie plana de mármol? ¡Los Awliyaullah escuchan la fricción entre las patas de la oruga y el mármol como si fuera trueno! Así que podéis ver que el suyo no es un poder pequeño, es por ello que pueden llegar hasta cualquiera que esté escapando y llevarlo de vuelta. Muchos de esos estudiantes que huyeron en tiempos de Grandsheij y Mawlana Sheij Nazim, han vuelto. No hay elección; así es como debe ser.
Se dice que si aceptáis lo que haya dicho el sheij sin ningún tipo de duda, aunque no tenga sentido para vosotros, o estéis en desacuerdo porque puede interferir en vuestros asuntos, si hacéis lo que ha dicho el sheij puede que perdáis, pero esa pérdida será como un camuflaje. Si aceptáis seguir escuchando al sheij, aunque vaya contra vuestra voluntad, Allah (swt) os abrirá una puerta por otro lado, que no esperabais y que es más grande que esta puerta, ¡Él sabe cuánto mayor! Pero nuestra 'itiqaad, creencia, es débil. No somos capaces de escuchar, no somos capaces de aceptar.
Imam Ghazali dudó, y no lo aceptaba, pero él tenía amor al sheij. Así que despacio, despacio, el sheij fue construyendo este amor, hasta que un día Imam Ghazali hizo la du'a, “¡Ya Rabbi! Muéstrame algo que sea correcto, para que pueda abandonar estas dudas”. Esa noche él vio a Allah (swt) en un sueño, y Él dijo, “Yaa Abu Hamid, ¿por qué huyes de Nosotros? Nosotros venimos hacia ti. Nuestras puertas están abiertas, pero tú tienes que venir”. Él dijo, “¡Me desperté de mi sueño saltando de felicidad!” Hay algunas personas que pueden ver a Allah en un sueño, yo lo vi algunas veces. De cualquier manera, Abu Hamid se levantó, rezó dos raka'ts y corrió donde su shiej, Yusuf an-Nasaaj, para contarle el sueño.
El sheij dijo, “Yaa Abu Hamid, lo que tú has visto no es más que el principio. Nuestra pizarra está llena con nuestro conocimiento, y ésto es todavía de lo que está dentro de ti, aún no te hemos dado conocimiento externo a ti, conocimiento de tajalli. Cuéntame más de lo que viste”.
Él dijo, “Allah (swt) me dijo, ujraj min ad-dunya ijtiyaaran qabl an tajruj minha saaghiran Deja este dunya por tu elección, antes de tener que abandonarlo a la fuerza”. Saaghiran quiere decir “a la fuerza”: un enorme poder que no podéis resistir, por el que vais a ir fuera con total certeza.
Es por ello que, en la tariqah, el primer paso del saalik, el buscador, es saber que eras un pecador, y hacer tawbah, arrepentirte, y hacer istighfar, pidiéndole perdón a Allah (swt), lamentando lo que hayas hecho toda tu vida, recordando cada momento de tu vida y tus pecados, que son muchísimos. Haciendo istighfar te das cuenta de tus pecados, y entonces necesitas una enorme máquina espiritual para limpiare. ¿A dónde vas? Tenemos una puerta. wa law annahum idh dhalamu anfusahum, tenéis que ir a Sayyidina Muhammad (s), no hay otra puerta. Está ahí. Si no queréis ir, es asunto vuestro, los Wahhabis no quieren ir, y es asunto suyo. Así que, si habéis hecho algo equivocado, o tenéis alguna dificultad, entonces rezad dos rak'ats y a continuación, sentados de cara a la qiblah, recitad:
wa law annahum idh dhalamu anfusahum jaa'uka w 'astaghfarullah w 'astaghfara lahumu 'r-rasula la-wajad-Allah tawaaban raheima.
No hemos enviado a ningún apóstol más que para que ser obedecido, de acuerdo con la voluntad de Allah. Sólo que hubieran venido a ti, cuando fueron injustos consigo mismos, y hubieran pedido el perdón de Allah, y el Mensajero hubiera pedido perdón para ellos, ellos hubieran visto que Allah es ciertamente Indulgente, el Más Misericordioso. (4:64)
Después decid, “¡Ya Sayyidi! Tú eres la única puerta. Acéptame por tu generosidad; si no lo haces, es tu voluntad, pero por favor, acéptame igualmente”. Y allí, en presencia del Profeta (s), cerrando vuestros ojos, haced istighfaar setenta veces, entonces él hará istighfaar por vosotros, y vuestros pecados serán perdonados. Por supuesto, cometeréis más pecados, y repetiréis el proceso.
En la Orden Naqshbandi tenéis que tener un sheij que no sea de plástico, un sheij de verdad, o estas puertas no se van a abrir. Al final del salat, cuando decís, “As-saalamu 'alaykum wa rahmatullah”, ¡tenéis que sentir la presencia de vuestro sheij llevándoos a la presencia el Profeta (s)! si no lo sentís, quiere decir que la conexión no está funcionando debidamente, y que tenéis que trabajar en ello.
Debéis tener un sheij que os guíe, pero con una condición: que os sometáis completamente. Inqiyaad lahu, cualquier cosa que él diga, vosotros respondéis, “sami'na wa a'taana, Escuchamos y obedecemos”. Aunque él diga, “Vi en un sueño que tengo que sacrificarte por Allah”, ¿qué decís? Tenéis que hacer como os ha dicho el sheij, no sólo aceptándolo, sino con inqiyaad, sumisión. Otro ejemplo de inqiyaad: si le ponéis la brida a un caballo, el caballo va donde lo llevéis. Vuestro deber es seguir, no ser como el caballo que se gira en rebeldía, no podéis decir, “¡No quiero!” Inqiyaad quiere decir que aunque el sheij te lleve a un barranco, y te arroje al valle, no decís que no, ¡aunque envíe hienas para que se coman vuestra piel! Inqiyaad es que no quede una voluntad aparte de la voluntad de vuestro sheij; la voluntad de vuestro sheij tiene que actuar, y vuestra voluntad tiene que haberse ido, ¿nosotros hacemos esto? No, si él dice una palabra, ellos dicen cien palabras en contra, pensando, “No, tú estás equivocado y nosotros estamos en lo cierto”.
Imam al-Ghazali (r) continúa: tenéis que creer que él es el wali, y vuestro guía, que os va a llevar a la Presencia de Allah. Tenéis que mantener esta 'itiqaad, creencia, o nada va a funcionar. Grandsheij (q) dijo que la 'itiqaad es lo que os hace seguir las órdenes del sheij, y lo que os salva. Esta 'itiqaad os va a llevar a la Presencia de Allah. Aunque el sheij no sea de gran nivel, igualmente se os va a abrir, ¡a causa de vuestra creencia!
Tenéis que saber que, ya'taf 'aleik, él se preocupa por vosotros más de lo que vosotros os preocupáis por vosotros mismos, y os va a dar más si obedecéis. Aquí, Grandsheij (q) utiliza este ejemplo. Digamos que el sheij os ha ordenado, “¡Hisham, abandona este proyecto!”, o “¡Abandona este amr!” Si tú crees en lo que él dice y dejas eso, él os va a dar algo más valioso, así que no subestiméis la generosidad de vuestro sheij; de todos modos, cuando usáis vuestra mente conseguís menos, o nada. Así que cuando el sheij diga “¡Deja esto!” tienes que dejarlo, y cuando él diga, “Acepta esto”, tienes que aceptarlo. El no te va a pedir que dejes algo a menos que vaya a darte algo más precioso. Si el murid no cree ésto, entonces su amor es nifaaq, hipocresía: fa in lam ya`taqahim kadhalik fa `itiqadihi nifaaq.
Si el sheij te pide que hagas algo, debes hacerlo de forma perfecta, si no, es que lo estás haciendo por tu beneficio. Si has estado con él durante más de treinta años, pero no crees que él te vaya a dar algo más valioso al ordenarte dejar otra cosa, quiere decir que tu amor es hipocresía, y que nunca te vas a beneficiar de su buen carácter. Es por ello que alguien puede ir donde el sheij una vez, y aunque haya murids que hayan estado en su presencia durante treinta años, él le dice a ese recién llegado, “¡Tú eres el sheij de toda esa ciudad!” ¿Por qué? Porque hay más amor en su corazón que en el de aquellos que estuvieron sentados todo ese tiempo: el suyo es hipocresía.
Aquí van dos ejemplos. Un maestro árabe, que también escribe poesía, visitó a Mawlana Sheij Nazim y se quedó una semana. Le vimos en Sufilive recitando para Mawlana, y yo estaba al teléfono con Mawlana, y recitamos poesía por turnos, y Mawlana estaba contento. La segunda vez que fue, me dijeron que Mawlana le dijo, “Te pongo como jalifah en Sham. ¿Qué trabajo haces?” Él dijo, “Soy maestro de niños”. Él dijo, “Deja eso y ve a todas las zawiyas que están cerradas, las Naqshbandi y las otras, ábrelas y haz dhikr”. Eso fue después de dos encuentros, y él le dio un largo, largo certificado de 'ijaazah, autorizando ese trabajo. Mawlana Sheij vio en él algo que no vio en los otros. Cuando te sometes a un awliyaullah, aceptando lo que ellos dicen sin salir temblando del océano, sacaréis más beneficio que todos los demás. Yo me sorprendí cuando escuché que Mawlana había redactado tal tipo de certificado para él.
Otra historia es más importante. El año pasado, Mawlana envió a Sheij Adnan, Sheij Muhammad, Hajji Mastaan, un tipo grande de Turquía, y a Ahmad Yasin, a hacer jalwah. Los mejores en seclusión eran Sheij Adnan y Sheij Muhammad, los otros se dedicaron a hablar, y querían terminar antes de los cuarenta días prescritos, diciendo, “¡No podemos llevar esto!” Ahmad Yasin es conocido por su procedencia. Da igual, yo estaba sentado a la mesa de Mawlana en Damasco, y vino Ahmad Yasin. Todo el mundo hablaba de lo que había hecho, y yo escuchaba; dijeron que le había disparado a un hombre en la pierna, y que Mawlana estaba muy enfadado con él, y que lo había llamado para reñirle. Yo estaba sentado, esperando a ver qué iba a pasar. Se acabó la comida, se limpiaron las mesas, después rezamos Salat al-'Isha. Después de eso, Mawlana sacó un largo trozo de papel ¡y escribió, un largo certificado, de dos páginas, de jilaafat! Todo el mundo estaba que saltaba, perplejos de que Mawlana, en lugar de gritarle, ¡le diera ijaazah! En tales momentos, ¿qué debes hacer? At-taslim wa 'l-inqiyaad. A través de esa persona, Mawlana estaba poniendo a prueba a todo el mundo, para ver si se rendían y seguían su decisión.
Imam al-Ghazali (r) continúa, el sheij se preocupa más por el estudiante de lo que el estudiante se preocupa por sí mismo. Esto es para mostrar cuánto más hemos de construir nuestro conocimiento, de forma que no hagamos que nuestro amor sea nifaaq, hipocresía. Puede que nuestro amor sea limpio, o que esté mezclado con hipocresía, que debe ser eliminada. Este es el trabajo de los awliyaullah, llevarse la hipocresía de sus murids, mientras el murid debe creer cien por cien en que, sea lo que sea lo que le haya dicho y prometido el sheij, va a ocurrir; si no hoy, ocurrirá en la tumba, así que, ¿a qué le damos tanta importancia? ¿Cuál es la vida más complicada? En la tumba, sabéis a dónde vais, o bien a la dificultad, o bien a la facilidad. Pero, en lugar de eso, ¡id todos los días ante la santa presencia del Profeta (s), y buscad el perdón!
Imam Hujjatullah (Imam al-Ghazali) (r) dijo, “Si no tienes un sheij que te guíe, Shaytan te guiará a lugares donde los hawa, deseos, te corromperán”. ¿Dónde y cómo te guía tu sheij? ¡Él tiene que guiar cada gota de tu sangre al lugar adonde tenga que ir! Allah también le dio el poder de ver y escuchar. Esto viene del hadiz del Profeta (s), narrado por Abu Hurayrah (r):
rubba ash`az aghbara law aqsama `ala allahi la-abbarah.
Hay muchas personas desgreñadas, polvorientas, que si hacen un juramento por Allah, Allah lo cumplirá (Muslim)
rubba ash'az aghbar, Puede que haya alguien con el pelo enredado y grasiento, que molesta a la gente, pero que si le pide a Allah, Allah le dará. No es lo que se muestra en el exterior, él es piadoso. Así que el deber del sheij es arreglar el interior, y vuestro deber es arreglar el exterior. Sonreíd y sed humildes, esto es bueno para el exterior. Si alguien es humilde y siempre sonríe, es fácil para estar con la gente. Conozco a alguien de aquí que, si quiere decir una palabra, sonríe, al teléfono, en conversaciones, comprando algo, en cualquier momento en que hable, él ríe y sonríe. Le pregunté, “¿Cómo es esto?”
Él dijo, “Esto es un curso que enseñan en la universidad, de forma que cuando hables con la gente seas aceptado inmediatamente”. ¿Habíais oído esto antes? Nosotros no lo sabíamos.
Imam ash-Shaa'rani (r), el famoso erudito de Egipto, dijo, “Hay muchos musulmanes en Egipto que creen en mí, y que vienen a mí para tratar sus diversas enfermedades. ¿Sabéis cómo los trato? Recojo una brizna del suelo, se la doy y le digo, 'Ve donde la persona enferma y bajiru fiha, haz esto como un incienso, quémalo sobre carbón, y mueve el humo alrededor de él. Se va a curar'. Ellos hacen esto y se curan. Ellos piensan que la brizna los curó pero esa brizna no es nada. Es una cuestión psicológica, así llevas su atención a algo, y su creencia va allí. Es su creencia lo que cura, no la brizna. La shifa se debe a la 'itiqaad del murid, entonces Allah lo cura, pero tenéis que hacerlo centrar en algo; sin éso, no se va a curar. Así que yo los hago concentrarse en una brizna de paja, o en un tawiz que escribo, y ellos creen en esto y se curan”.
Wa min Allahi 't-tawfiq, bi hurmati 'l-habib, bi hurmati 'l-Fatihah.
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