Las bendiciones especiales del mes de Rajab
Irshad, Sheikh Muzaffer Ozak al Yerrahi al Halveti
Bismillahir Rahmanir Rahim
En el Nombre de Dios Clemente Misericordioso
Ciertos días son muy especiales porque en ellos abunda la misericordia del Sustentador. Su gracia y Generosidad se desbordan como el océano. , Él absuelve y concede Su perdón en Sus servidores, y Él trae la alegría a aquéllos que se arrepienten ante Él, honrándolos con el Paraíso y Su Belleza. Es a través de Su divina misericordia que Él nos concede tales días, tales noches, tales horas.
Estos tiempos especiales incluyen la primera noche del mes de Rayab, y la primera noche del jueves de ese mismo mes. La siguiente noble Tradición fue reportada por el venerado Hassan, el querido nieto del bendito Profeta:
“Hay cuatro noches en el año cuando la misericordia de Al-láh, Su perdón, Su generosidad, Su recompensa cae como la lluvia sobre este el mundo. Benditos son aquellos que saben o vendrán a saber el valor de estas noches, a saber:
1)la primera noche del noble mes de Rayab;
2)la noche llamada Bara"a (la Absolución), la decimoquinta noche del noble mes de Sha"ban;
3)la noche de la fiesta de Ramadán;
4)la noche de la fiesta de Sacrificio".
Ya que el Islam sigue un calendario lunar, el principio de cada día se cuenta desde ocaso. Así la décimo quinta noche del noble mes de Sha"ban es la noche del decimocuarto al decimoquinto día. La noche de fiesta que marca el fin del mes de ayuno es la noche entre el último día del noble mes de Ramadán y el primer día de la fiesta. La primera noche de la fiesta de Sacrificio es la noche entre la víspera de esa fiesta y su primer día. El viernes por la noche es la noche entre jueves y viernes.
Aquéllos que aprecian el valor de tales noches no pasan estos benditos momentos en la desobediencia sino en el culto y la obediencia, caridad y buenas acciones, oración y súplica. En tales noches ellos obtienen la complacencia de su Señor.
Thawban, uno de los nobles Compañeros, relata: "Estaba con el bendito Profeta cuando pasamos por un cementerio. Nuestro maestro se detuvo allí y empezó a llorar. Su pecho se humedeció con las lágrimas que fluían de sus ojos. Me acerqué a él y le pregunté: “Oh Mensajero de Al-láh, mi madre, mi padre y yo seamos su rescate, ¿por qué estás llorando? ¿Te ha llegado alguna revelación?" Él contestó: "Oh Thawban, aquéllos que están aquí, los muertos que ocupan este cementerio, están sufriendo el Tormento de la Tumba. Es a causa de su condición que estoy llorando lloro"". Él continuó entonces: "Si ellos hubieron pasado cualquiera de los días del mes de Rayab en ayuno y rendido culto a Al-láh por la noche, ellos se habrían evitado este tormento".
El bendito Mensajero también se reportó que dijo: "Si alguien guarda la vigilia en la primera noche del mes de Rayab en recuerdo de Dios, mientras otros corazones mueren, su corazón no morirá. El Uno Todo Glorioso sumerge a ese servidor en Su misericordia y lo hace deja limpio de errores y sus consecuencias como en el día en que su madre lo dio a luz. A través de la misericordia de esa noche, él recibe el permiso para interceder por setenta personas condenadas al Infierno".
¡Qué gracia y generosidad nosotros vemos aquí!... No sólo él es perdonado sino que también recibe la autoridad para interceder por otras setenta personas. ¡Qué gracia, qué generosidad, que noche tan bendita es esta! ¿Qué se le puede decir a aquéllos que no pueden apreciar el valor y la recompensa de esta noche, que se apartan de Al-láh y siguen otros caminos, quienes no aprecian lo valioso de sus vidas y la tiran a los vientos?
Si un hombre fuera a arrojar su oro y sus diamantes en el mar, a destruir la casa en que vive y prenderle fuego a su propiedad, nosotros le tendríamos lástima y diríamos: "Este pobre hombre debe haber perdido la razón". Y nosotros tendríamos razón al sentir compasión por él. Por lo menos, en ese caso, él tendría la posibilidad de trabajar y de ahorrar como para recuperar estos bienes. Pero ni el dinero ni el trabajo pueden devolver a la vida aquellos que se han ido. ¿Es posible para aquéllos que gastan sus vidas, incluso si la gastan en el error, el volver a la vida cuándo la muerte ha llegado? Claro que no. Esto significa que su preciosa vida es más valiosa que el oro, las esmeraldas o cualquier otra cosa.
El bendito Mensajero dijo: "Mi Comunidad, benefíciense del Mes de Al-láh. El mes de Rayab es ciertamente el Mes de Al-láh. Si alguien espera la recompensa de Al-láh, ayunará durante un día por ese mes, y el Paraíso será suyo por derecho. Él experimentará el Paraíso. Si él guarda ayuno durante dos días, él logrará una posición a la vista de Al-láh como nadie en cielo o la tierra pueda describir. Si él ayuna durante tres días, él se vuelve inmune a los dolores de este mundo y a los tormentos del Más Allá, a la locura, elefantiasis y lepra, y al engaño de otras personas. Para cualquiera que ayune durante siete días en el mes de Rayab, las siete puertas del infierno se le cerrarán. Si él ayuna durante ocho días para obtener el placer de Al-láh, las ocho Puertas del Paraíso se abrirán para él. Si él ayuna por diez días Al-láh le concederá cualquier cosa que él desee. Si él ayuna durante quince días, sus errores anteriores no sólo son perdonados, sino que son transformados en hechos buenos. Si cualquiera ayuna por más de quince días, Al-láh aumentará por consiguiente su recompensa".
Según otra noble Tradición, registrada en un libro llamado el Rawdatu-l Ulama, ayunar para complacer a Al-láh en el primer día del noble mes de Rayab limpia por completo los errores de los últimos tres años y todas sus consecuencias, mientras ayunar en el segundo día expía los de los últimos dos años, mientras que ayunar en el tercer día expía los errores del ultimo año, mientras que ayunar en el cuarto y los días subsecuentes dan la expiación de los errores cometidos durante el mes anterior. Sólo son perdonados aquellos errores que son entre el ser humano y Al-láh; los que implican a otras personas no son afectados. El cumplimiento de los derechos humanos es una obligación absoluta, es decir que es nuestro deber imprescindible el satisfacer a cualquiera que tiene un derecho encima de nosotros.
Nuestro Amo noble dijo que en la noche de su Ascensión él vio un río en el Paraíso donde el agua era más dulce que la miel, más fría que la nieve y olía más dulcemente que el almizcle. Él le preguntó a Gabriel, con él sea la paz: "¿Quién bebe de este río?" El bendito Gabriel contestó: "El nombre de este río es Rayab. Si cualquier miembro de tu Comunidad ayuna en el mes de Rayab y pronuncia bendiciones sobre ti, el Señor Exaltado le concederá que él beba de este río".
Aquéllos que desean beber de este río deben ayunar en Rayab, “el Mes de Al-láh”, y enviar las bendiciones al Mensajero del Omnipotente, el Intercesor en el Día de Juicio.
Deletreando en árabe la palabra "Rayab" sólo consiste en tres consonantes “R”, “J” y “B”. La letra “R” es la inicial de Rahma, la Misericordia de Dios; “J” representa la de jurm, significando el crimen, mientras que la letra “B” a la palabra bari, que significa el inocente. El Uno Todo Glorioso dice: "Mi servidor, eres culpable de crimen y error, pero te absuelvo de éstos y te vuelvo inocente. Por causa de tu desobediencia y error te He concedido este mes". Los sabios estudiosos han declarado que estas letras tienen este valor simbólico.
Cuando el mes de Rayab ha terminado y entra en la Presencia Divina, el Todo Glorioso y Exaltado le dice: "¡Oh Mi Mes! Te pregunto si ellos te han amado. Mis Servidors, ¿te han tratado con respeto?" El mes de Rayab no dirá nada en respuesta, aunque el Señor hará una y otra vez la misma pregunta hasta que finalmente Rayab dice: "¡Iá Rabb, Tú eres el que cubre todas las Faltas! Les has ordenado a Tus servidores que cubran las faltas de otros. Tu Mensajero me nombró el “Mes Sordo”. Yo he oído lo que Tus servidores han entregado por amor pero fui sordo a su desobediencia y error". Esto explica por qué el mes de Rayab es conocido como el “Mes Sordo”.
El Uno Todo Glorioso dice: "Tú eres Mi mes, no oyes ningún error. Desde que aceptaste a Mis siervos junto con sus errores, yo he hecho lo mismo y los he perdonado por tu causa. Con tal de que ellos muestren el remordimiento una vez, yo les perdonaré cualquier error y desobediencia que ellos hayan cometido durante tu Mes".
Otra razón por la que el mes de Rayab se llama el “Mes Sordo” es esta: dos ángeles de registro siempre están en a nuestro lado anotando las cosas buenas y malas que nosotros hacemos, pero es una peculiaridad de Rayab que durante este mes ellos graban sólo nuestras acciones dignas y no las malas. Entonces en este mes de Rayab las malas acciones de aquéllos que despliegan penitencia y remordimiento de la vista y oído de los ángeles, ellos no pueden grabarlos.
Nuestro noble Amo dijo: "Ciertamente Rayab es el Mes de Al-láh. El mes de Sha"ban es mi mes y Ramadán es el mes de mi Comunidad."
Según el Imán al-Suyuti en su libro llamado al-jami al-Saghir, el venerado Abu Hurayrah dijo: "Aparte del propio Ramadán, el bendito Mensajero ayunó más a menudo en los meses de Rayab y Sha"ban".
El significado literal de Rayab es: “Venerar, considerar grandioso". Los custodios de la Kaaba la mantienen abierta desde el primero de Rayab al último, en reverencia y respeto por este mes. En otros meses, ellos mantienen la Kaaba cerrada excepto los lunes y jueves. Ellos dicen: "Este mes es el Mes de Dios y esta casa es la Casa de Dios. Ya que el ser humano es servidor de Dios, ¿cómo nosotros podemos dejarlo fuera de la Casa de Dios durante el Mes de Dios?"
Había una vez una mujer en la Sagrada Mezquita en Jerusalén. Ella trabajaba como empleada de servicio para complacer a Al-láh. Cuando Rayab llegaba, ella agregaba el Sura al-Ikhlas doce veces en honor de este mes a su práctica diaria. Durante un año ella continuó su práctica usual de recitar este capítulo especial del Sagrado Qur"an, cuando un día ella clamó: "Mi hijo, mi muerte está cercana. Cuando Al-láh me lleve lejos quiero que tu me envuelvas en una mortaja hecha por mí de estas ropas viejas que yo siempre he llevado mientras le rendía culto a mi Señor y cuando servía". Éste fue su última voluntad.
Unos días después ella murió (o más bien, pasó al otro reino de ser, porque los creyentes se "vuelven"; son sólo los incrédulos los que mueren), pero el hijo no llevó a cabo el testamento de su madre. Él compró una nueva mortaja para enrollar a su madre en ella. Él se sentía mal ante amigos y enemigos por igual acerca de no haber hecho su amortaje con su ropa vieja. Esa noche él vio a su madre en un sueño. Ella le preguntaba a manera de reproche: "¿Por qué tú no has llevado a cabo mi testamento?"
Cuando llegó la mañana el hijo tomó la ropa vieja de su madre y se dirigió hacia el cementerio; no tenía ninguna otra opción que abrir la tumba de su madre, y seguir sus instrucciones ya que en su sueño ella le había dicho: "¿Por qué no has llevado a cabo mi testamento? Estoy disgustada contigo. Sostengo esto contra ti".
Pero cuando él miró, la tumba estaba vacía. Su madre no estaba en ella. Él estaba descarriado. Sólo ayer él la había enterrado aquí con sus propias manos y le había realizado los últimos ritos. Él empezó a llorar; ¿qué él iba a hacer ahora? Él oyó una voz diciéndole: “¿Tu no lo has oído, tu no lo sabias? Si alguien honra Rayab, que es Nuestro mes, Nosotros no dejamos a esa persona sola en la tumba”.
Aquéllos que sirven a Al-láh, que aman a Al-láh y son amigos de Al-láh no son dejados en la oscuridad. Cuando ellos dejan este mundo, encuentran la felicidad eterna. Ellos van a la vida eterna. A ellos se les otorgan las recompensas que ningún ojo ha visto alguna vez, u oídos escuchado, inconcebibles a la mente humana y al corazón. Saquen provecho de tales días; tomen la oportunidad que ellos representan. Luego de un tiempo tú serás tomado de esta casa de invitados en un ataúd y, al dolor de tus amigos y al deleite de tus enemigos, serás depositado a ese agujero terrible, solo allí con tus acciones.
Un compañero que había rendido culto a Al-láh en su juventud, pero que después lo había dejado, se miró un día en el espejo y vio unos cabellos grises en su cabeza y en su barba. "Señor, ¿qué he hecho yo?" él dijo. Entonces empezó a desear arrepentirse ante Al-láh, para que su Señor le perdone. Él pensaba: "¿Qué haré después de haber desperdiciado mi vida en la desobediencia a Al-láh?". Entonces oyó una Voz dirigiéndose a él: "Mi servidor, yo te amo. Tú me amas. Aunque me has dado la espalda, yo no te destruí sino que te di tu sustento. Si te arrepientes y regresas a Mí, yo te amaré de nuevo".
Al-láh es el Señor de la Soberanía, Su misericordia es abundante, Su gracia extensa y Su generosidad interminable. Él perdona a aquéllos que se arrepienten ante Él. Él perdona sus errores. En tres meses sobre todo, Su misericordia y Su generosidad son desbordantes. Todas las noches una Voz puede oírse:
“¿No hay ninguno que nos ame para que Nosotros le amemos? ¿No hay ninguno que se arrepienta para que Nosotros podamos aceptar su arrepentimiento? ¿No hay ninguno que busque el perdón para que Nosotros podamos perdonarle? ¿No hay ninguno con demande para que Nosotros podamos concederle? ¿No hay ninguno buscando el Paraíso para que Nosotros podamos dárselo? ¿No hay ninguno buscándome para que yo pueda mostrarle Mi Belleza?".
El venerado Abu Bakr dijo: "La primera noche del viernes de Rayab es la que nosotros llamamos Laylat al-Ragha"ib. En el tercer cuarto de esa noche, hacia la mañana, los ángeles del cielo y de la tierra se reúnen frente a la Ka"ba y realizan su súplica a Al-láh. El Uno Todo Glorioso les dice: “O Mis ángeles, pregunten a Mi cualquier cosa que ustedes deseen. . .”Los ángeles contestan: “Lo que nosotros preguntamos de Tu Ser más Glorioso y Exaltado es que si perdonas a la Comunidad de Muhammad que guarda ayuno en honor del mes de Rayab”.
El Señor de la Majestad dice: “Ciertamente los perdono y los alegro con el Paraíso y Mi Belleza”. Diciendo esto, Él nos sumerge, a la Comunidad de Muhammad, en Su misericordia".
Aquéllos que llevan el Trono y aquéllos que alrededor de él cantan los himnos y las alabanzas a su Señor y creen en Él y ellos piden el perdón para aquéllos que creen: “Nuestro Señor, Tú contienes todas las cosas en la misericordia y conocimiento; por consiguiente, perdona aquéllos que se arrepienten y siguen Tu camino, y se guardan contra el castigo del Infierno"(40:71).
La venerada A´isha, Madre de los Creyentes, informó lo siguiente acerca del bendito Mensajero:
"En el Día de la Resurrección todos los hombres tendrán hambre. Las únicas excepciones serán los Profetas, las familias de los Profetas, y aquéllos que ayunen los meses de Rayab, Sha"ban y Ramadán. Aquéllos que ayunen los meses de Rayab, Sha"ban y Ramadán no experimentarán ni el hambre ni la sed".
El bendito Mensajero de Al-láh también se informa que dijo: "Cuando llegue el Día de la Resurrección, un heraldo convocará: “¿Dónde están aquéllos que ayunaron en honor del mes de Rayab?"
Después de esto una luz aparecerá. Gabriel y Miquel seguirán la dirección de la luz. Aquéllos que honran el mes de Rayab y guardan el ayuno los seguirán y pasarán como un relámpago por el puente del Infierno llamado Sirat. Cuando ellos hayan hecho ese terrible cruce, ellos agradecerán a Al-láh por haberlos cruzado a través del Sirat. Cuando ellos realicen la postración oirán una Voz que les dirá: "O ustedes quienes respetaron el mes de Rayab, levanten sus cabezas de la postración. La postración era algo a realizar en él más bajo mundo. ¡Ahora entren a sus moradas en el Paraíso y saboreen a puro deleite!". Cosas así serán los favores mostrados a aquéllos que honren Rayab.
El bendito Mensajero dijo: "Si ustedes desean que sus almas sean llevadas en el momento de la muerte en consuelo y sin dolor o sedientos, que estén protegidos en ese momento del mal de Satanás y morir en fe, entonces arrepiéntanse con pesar de sus pasados errores cometidos durante el mes de Rayab y gasten la mayoría de sus días en ayunar. Recuerden muy a menudo a su Señor. Entren a salvo en el Paraíso por gracia de su Señor".
El venerado Anas dijo: "Ocurrió que me encontré con Muadh ibn Jabal y le pregunté: “O Muadh, ¿dónde has estado? “. “He estado con el bendito Profeta”, dijo él. “¿Él dijo algo?”, Le pregunté, después de lo cual él me respondió:
“Yo escuché que si una persona dice que hay ningún otro dios sino Al-láh", y lo dice de manera genuina y sinceramente, él entrará en el Paraíso. Él dijo que si alguien ayuna durante un día en honor a Al-láh en el mes de Rayab, él también entrará en el Paraíso”. Entonces fui a la mezquita dónde me encontré al bendito Mensajero. Yo le dije:
“O, Mensajero de Al-láh, Muadh me informó que tú has dicho que si alguien dice: “que no hay ningún otro dios sino Al-láh”, y que si ayuna para complacer a Al-láh durante un día en Rayab, él entrará en el Paraíso”.
Él dijo: “Sí, Muadh te ha dijo la verdad. Yo dije eso".
Cuando Rayab llegaba, el bendito Mensajero exclamaba:"¡Oh Al-láh, bendice nuestro Rayab y Sha"ban, y tráenos a Ramadán!".
¡Oh Al-láh, bendice nuestro Rayab y Sha"ban, y tráenos a Ramadán!".
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